"desconocido y curioso" ,... (cosas que posiblemente no sabías del Museo del Prado)

Museo del Prado de Madrid



 ... 19 cosas que no sabías del Museo del Prado


Casi dos siglos en sus costillas y sigue ahí, siendo un imprescindible de cualquier visita a Madrid. La mayoría de los madrileños, no todos por voluntad propia, nos hemos asombrado con "Las Meninas", hemos diseccionado ese gran cómic que es "El jardín de las delicias" o nos hemos espantado con las "Pinturas negras" de Goya. Pero, más allá de los cuadros mainstream, este museo tiene datos y curiosidades por las que merece volver.



¿DÓNDE ESTÁ EL PRADO?

El nombre de este museo ha provocado alguna que otra confusión y chiste malo. Pero el caso es que habla de un sitio: el prado, que, efectivamente, era un prado. Se trataba del prado de los Jerónimos, un terreno adyacente al tan famoso y bodorrial monasterio de los Jerónimos. En sus inicios, recibió nombres tan poco originales como el de Museo Real de pinturas o el de Museo Nacional de Pintura y Escultura, pero la falta de gancho de estos nombres y el uso popular hizo que en 1920, decreto ley en mano, se decidiera bautizarlo con su nombre definitivo.


NO ES DE LOS MÁS VISITADOS DEL MUNDO

Por mucho que nos jactemos, lo cierto es que no está entre los más visitados del mundo según la AECOM. Sí que aparece en la lista de los más populares de Europa, situándose en el puesto número 12 con 2.830.000 visitantes. Por lo menos, le queda la satisfacción de ser el más visitado de España (hasta que el Camp Nou o el Bernabéu le adelanten dentro de no mucho). En parte es culpa de que...


... ES DE LOS MÁS CAROS

Solo uno de los museos que le preceden en el ranking europeo es más caro: los museos vaticanos (16 euros) aunque tienen su excusa, ya que incluyen la Capilla Sixtina. El resto, o son gratuitos (como en Londres) o cuestan menos que 14 euros. Eso sí, durante las dos últimas horas del día la entrada es libre, lo que provoca aglomeraciones y un rally a toda mecha por sus cuadros más destacados.


NO IBA A SER UNA PINACOTECA... HASTA QUE LLEGÓ NAPOLEÓN
José Bonaparte retratado por François Gérard.
El Edificio Villanueva no estaba ideado para ser un museo de bellas artes. De hecho, Carlos III, que era un tipo muy de ciencias, tenía pensado destinarlo a ser la sede del Real Gabinete de Historia Natural. Con la invasión de Napoleón llegó la idea de crear un museo de la corte a imagen y semejanza de otros en Europa. Su nombre iba a ser el de Museo Josefino (en honor a Pepe Botella) y, aunque el proyecto nunca se llevó a cabo como tal, sí que sembró la concepción actual de este espacio. Fue Fernando VII el que definitivamente decidió alojar aquí las colecciones Reales y en 1819 abrirlo de vez en cuando al público.


EL INCENDIO QUE NO FUE

A finales del siglo XIX, el museo estaba prácticamente abandonado, los trabajadores vivían en sus instalaciones y algunas salas se calentaban con hogueras. El gobierno central no reaccionó ante tal situación hasta que Mariano de Cavia publicó una falsa noticia de un incendio en la portada de El Liberal. La reacción de los madrileños ante este hipotético destrozo fue de tal estupefacción que el Estado se vio obligado a emprender reformas y cuidar mejor esta joya de nuestra cultura.



EL MAYOR TRASLADO JAMÁS CONTADO

El bombardeo de la Legión Cóndor durante la Guerra Civil fue solo un avisto: las obras corrían peligro. Fue entonces cuando se organizó su mudanza obligatoria. Todo un periplo que llevó a los Goya, Velázquez y compañía hasta la costa levantina y de allí hacia la Sociedad de Naciones de Ginebra, donde hibernarían durante el resto de la contienda.  Fue esta una evacuación histórica
trasladando las obras del Museo del Prado en 1936,constituyendo uno de los episodios más relevantes de la historia del museo. Consistió en la evacuación de una remesa de obras artísticas, a cargo de la Junta de Defensa del Tesoro Artístico, durante la defensa de Madrid en plena Guerra Civil. Se inició en noviembre de 1936 (las bombas alcanzaron el museo el día 16) y tuvo varios destinos: Valencia, Cataluña y finalmente en la Sociedad de Naciones en Ginebra (Suiza). El convoy desplazó 361 obras del Museo del Prado a las que se añadieron piezas del Museo de Arte Moderno, el Palacio Nacional, la Academia de San Fernando o el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, y otras de colecciones particulares como «La condesa de Chinchón» (Goya) que pertenecía entonces a los duques de Sueca. Todo el patrimonio artístico desplazado fue devuelto a Madrid en septiembre de 1939 y las obras del Prado regresaron a sus salas.


PABLO PICASSO, DIRECTOR

En el Currículum de Picasso destaca un hito: fue el director del museo de 1936 a 1939 designado directamente por Manuel Azaña. Aunque nunca llegó a ejercer como tal (Guerra Civil de por medio), sí que solía presumir con los amigotes de que había ostentado este cargo. El caso es que no fue un hecho aislado ya que se tenía por costumbre hacer directores a los artistas más destacados del país. Artistas como Madrazo o Gisbert también destacan en el listado oficial.



LA PRIMERA CASA DEL GUERNICA EN ESPAÑA

La relación entre museo y Picasso no acabó solo con su nombramiento. Aquí se enseñó por primera vez en España la gran obra del genio cubista. Así fue por expreso deseo de su autor, que quería exponer al lado de los grandes revolucionarios de la pintura española. Eso sí, no pudo ver del todo realizado su sueño ya que él pretendía que se luciera contiguo a Las Meninas y, por razones logísticas y para respetar la cronología y reparto de salas del museo, solo se pudo exhibir en el Casón del Buen Retiro.



EL LADRÓN MÁS INÚTIL

Al Prado le falta la gracia y la épica de haber sido objeto de un gran robo. Pero sí que tiene alguna anécdota tragicómica como la del ladrón más torpe jamás conocido. Se trata de un hombre que trató de colarse en el museo en 1961 pero que cayó desde su tejado. En su bolsillo guardaba una nota con las condiciones que exigía a cambio de la devolución de lo usurpado.



EL ATAQUE DE LOS HUEVOS

Otro suceso surrealista tuvo lugar en el año 2004, cuando se detuvo a un hombre acusado de atacar con pintura roja y negra la fachada del museo. En sus manos, portaba una huevera, de ahí que se le acabara conociendo como ‘el lanzahuevos’.



EL MUSEO CON MÁS GOYAS

Suena a récord cinematográfico, pero es uno de los datos más llamativos del museo. En total, 152 obras de Goya y, sobre todo, el honor de albergar las más importantes y famosas de uno de los grandes pintores de la Historia. A día de hoy es el más pesado, el que firma más cuadros de todo el museo y al que se le dedica más espacio. Pero además, el Prado también guarda la mayor colección de cuadros de Velázquez, El Greco, Tiziano o Rubens (entre otros), lo que le hace ser la mayor y mejor pinacoteca de pintura pre-vanguardista del mundo.



GOYA, EL ÚNICO QUE MIRA CARA A CARA


Este récord puede justificar que la estatua de Goya sea la única que mira cara a cara al museo. Las otras dos (dedicadas a Murillo y a Velázquez) prefieren dar la espalda.



MÁS DE 1.000 OBRAS... Y GRACIAS

El Prado casi vale más por lo que guarda que por lo que enseña. En total, de sus paredes cuelgan 1.150 cuadros mientras que en sus fondos descansan 8.600 obras que no han visto la luz ni han recibido los “Ooooh” del público. Es por eso que no es de extrañar que aquí encontrara...



... LA OTRA GIOCONDA

Se trata de una copia de la enigmática obra de Leonardo da Vinci que andaba bien guardadita en los almacenes acorazados. Su descubrimiento en 2012 fue toda una noticia y durante varios meses provocó el colapsoen las galerías del museo. Pasada la noticia, la Gioconda de marca blanca cuelga de una sala sin más importancia de la que tiene. Un punto a favor del museo que no ha querido darle mayor relevancia a una copia. Eso sí, deja el regusto de que esta Mona Lisa es más guapa y más femenina que la parisina.



EL CUADRO MÁS GRANDE

Se trata de la Degollación de San Juan Bautista y banquete de Herodes, un inquietante lienzo del polaco Strobel de 1630 que mide más de 10 metros de largo. Todo un señor mural (por sus dimensiones) que es también una divertida clase de Historia y alguna anacronía.



Y EL PREFERIDO DE LOS MONTY PHYTON

“Always look on the bright side of ‘El triunfo de la muerte’ de Brueghel”. O eso debían de pensar los grandísimos cómicos británicos. El caso es queemplearon este cuadro en su famoso sketch sobre la Inquisición española y no fue por causalidad. Y es que su humor negro les hizo elegir a esta obra como una de sus preferidas por su tenebrismo y su mensaje profético de “todos vais a morir, muahahahahaha”



LA PERLA DE LIZ TAYLOR
María Tudor con la perla Peregrina, pintada por Antonio Moro.  
En 1969, un enamoradísimo Richard Burton pagó la friolera de 37.000 dólares en una subasta por la famosa "perla Peregrina" y se la regaló a su esposa Liz Taylor. El caso es que esta joya tuvo unos Reales dueños españoles y se luce con mucho orgullo en diferentes retratos como en el ecuestre de Felipe III realizado por Velázquez o en de María Tudor, pintado por Antonio Moro. Las dos únicas maneras de ver por España este viejo tesoro.



AQUÍ ESTÁN LOS DOS PRIMEROS CUADROS IMPRESIONISTAS

Por mucho que los ojos modernetes rechacen este museo, su colección es imprescindible para comprender la Historia del Arte. Y es que, por mucho que se diga que todo cambió con ‘Impresión, sol naciente’, los dos primeros cuadros impresionistas están aquí. El primero es la Vista del jardín de la Villa Médicis en Roma, pintado por Velázquez, donde el pintor sevillano comienza a jugar con la luz, la naturaleza y las sombras. El segundo, la imprescindible Lechera de Burdeos, uno de los últimos óleos de Goya en el que empieza a jugar con un estilo más suelto, libre y experimental que inauguraría el Romanticismo y que sería un paso fundamental y una inspiración clave para los ‘verdaderos’ impresionistas.



LA PIEZA MÁS ANTIGUA DE LA COLECCIÓN

Como curiosidad cabe apuntar que la pieza más antigua de la colección es una cabeza, hecha en diorita, del rey sumerio Urningirsu de Lagash (2124- 2119 a.C), que actualmente se encuentra en depósito en el Museo Arqueológico Nacional y que cualquier persona puede solicitar una copia de los cuadros del museo. Para ello es necesario pedir una autorización en la Oficina de Copias, y entregar una carta de presentación. Los copistas deben abonar un pequeño canon por cada obra que soliciten



LA DAMA DE ELCHE PERTENECE AL MUSEO DEL PRADO 
La más afamada pieza del arte ibérico, la Dama de Elche es propiedad del Museo del Prado, aunque se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional en condición de depósito. La historia de esta singular obra arranca cuando Manuel Campello, un niño ilicitano de 14 años, realizaba trabajos agrícolas en la Alcudia (Campo de Elche) el 4 de agosto de 1897 y se encontró una piedra que al ser extraída del lugar escondía el busto de la Dama. Siete días después, llegó a la ciudad el hispanista y arqueólogo francés Pierre Paris para asistir a las representaciones del «Misteri», la fiesta más tradicional de la ciudad ilicitana,y al entusiasmarse con la pieza acordó su compra por 4.000 francos, unas 5.200 pesetas de la época. La Dama regresó a España el 8 de Febrero de 1941 junto con otras obras artísticas españolas para instalarse en El Prado después de unas duras negociaciones con el gobierno galo. En 1965 tuvo un fugaz paso por Elche durante 14 días con motivo de una exposición de cultura ibérica siendo trasladada después al Museo Arqueológico Nacional donde permanece en la actualidad. Finalmente, en 2006, con motivo de la inauguración del MAHE (Museo Arqueológico e Histórico de Elche), estuvo casi 6 meses de nuevo en su ciudad de origen, donde la Dama de Elche fue valorada en 15 millones de euros por una compañía de seguros.




EL TESORO MENOS CONOCIDO: EL TESORO DEL DELFIN

Aunque son los cuadros, dibujos, estampas y esculturas lo más valorado del museo, la pinacoteca ha incorporado durante su historia otras obras muy importantes entre las que destaca el Tesoro del Delfín, llamado así por haber pertenecido al Gran Delfín Luis, hijo del rey de Francia Luis XIV. La colección está compuesta por más de 120 piezas de los siglos XVI y XVII, vasos en su mayor parte destinados a manjares líquidos y sólidos, con bellas piedras ornamentales (ágatas, jaspes, jade, turquesa...) Medallas de diferentes escuelas europeas, cerámicas, porcelanas, abanicos, bordados, tapices flamencos (s. XV - s. XVII), armas y una importante colección de mobiliario, entre la que sobresale un grupo de mesas y consolas de Piedras Duras (s. XVIII) y otro de arcas de boda (s. XV y XVI) completan «la otra oferta artística» del Prado



EL ROBO MAS IMPORTANTE EN EL MUSEO EN 1918

Aunque en 1897 se sustrajo un boceto de Murillo -«Santa Ana enseñando a la Virgen»-, el robo más importante en la historia del museo se produjo en 1918 cuando desaparecieron varias piezas del Tesoro del Delfín que resultaron muy dañadas. El suceso tuvo lugar el 20 de septiembre de 1918 cuando se descubrió la desaparición de dieciocho piezas de este singular tesoro. El 12 de octubre resultó detenido Rafael Coba, funcionario del museo desde principios de 1917 hasta abril de 1918, como principal sospechoso del robo de las alhajas, y tres días después se reveló que uno de los objetos robados había sido empeñado en el Monte de Piedad tres meses antes por 150 pesetas. Finalmente fueron detenidos otros presuntos implicados en el robo, Darío Fernández, Félix Velloso y Alejandro Varela, celadores del museo, y se acusó de complicidad al platero perista Isidro Agruña, sospechoso de adquirir parte de los objetos robados.


EL NACIMIENTO DE UN CÓMICO

Ignacio Fernández Sánchez, más conocido artísticamente como Tony Leblanc, nació en el Museo del Prado de Madrid el 7 de mayo de 1922, pues su padre Ignacio Fernández trabajaba de conserje en la pinacoteca y tenía una pequeña vivienda en la que vivía con su esposa María Sánchez López. Antes de alcanzar la fama como cómico y actor de cine, Tony trabajó de botones en el museo y siempre se mostró muy orgulloso de su vinculación con el museo desde el primer día de su vida. El cariño que tenía Tony Leblanc por El Prado le hizo pensar sobre todo al final de sus días que su deseo más ferviente era que sus cenizas fueran esparcidas en los alrededores del Prado cuando se produjera su muerte. Finalmente, el actor falleció el 24 de noviembre de 2012 a causa de un paro cardíaco y fue enterrado en el cementerio de La Almudena de Madrid junto a sus padres.

Como dato curioso que añadir a esta anécdota, puedo informaros que "mi padre" (Joaquín Alfaro Bermejo) conoció a Ignacio Fernández Sánchez ya que era "amigo y compañero de colegio" de su hermano Cipriano Alfaro Bermejo (mi tío), que vivía en casa de un familiar que regentaba una taberna-restaurante en el Paseo del Prado de Madrid. Además, mi padre, consiguió las oposiciones de funcionario para el Ministerio de Educación y Cultura, trabajando durante muchos años de  "celador" en el Museo del Prado y estuvo destinado en la taquilla de entrada en la puerta de Goya hasta su jubilación. También os puedo informar que yo mismo, (José María Alfaro Roca),  he dibujado toros para los turistas en las escalerillas de esa puerta de Goya del Museo del Prado, en mi adolescencia, je,je.... esa es otra cosa curiosa que no sabíais eh??....  Y también me acuerdo que ante una conferencia que dio Dalí en el Museo del Prado, le pedí a la salida un autógrafo y no quiso hacérmelo... joooo¡¡ 



APERTURA Y OTRAS FUNCIONES


Aunque el museo mantiene sus puertas abiertas todo el año, de lunes a domingo, excepto tres días (1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre) desde enero de 2012, no fue siempre así. Durante los primeros años el museo sólo abría un par de días o tres a la semana y cerraba siempre que llovía en la capital, sobre todo para evitar la suciedad y las aglomeraciones. Durante un tiempo algunas salas del museo, como las de escultura, no estuvieron debidamente pavimentadas y el polvo y la suciedad eran eliminados regando el suelo con agua. Posteriormente se instaló tarima de madera en casi todas las salas del museo, aunque fue cambiada por mármol en los años treinta del siglo XX para aumentar la seguridad del recinto.


HA DESEMPEÑADO OTRAS FUNCIONES A LO LARGO DE LA HISTORIA

Fue Cámara del Estamento de Próceres (precedente del actual Senado) entre 1834 y 1877; Museo de Reproducciones Artísticas (1877-1960); Sala de exposiciones temporales de la Dirección General de Bellas Artes (1960-1971) y Exposición del «Guernica» de Picasso, entre 1981 y 1992.



CINE EN EL MUSEO


Quizás no lo sepa todo el mundo, pero en El Prado también es posible asistir a proyecciones de cine. Por ejemplo, con ocasión de la nueva exposición «Velázquez y la familia de Felipe IV» se realizararon ciclos de cine en el que se proyectaron algunas películas cuyo tema principal era la época del artista que ha sido objeto de numerosas producciones cinematográficas. El ciclo se inauguraró con una conferencia a cargo de José Julián Bakedano, comisario del ciclo de cine . Algunas de esas proyecciones fueron: "Luces y sombras",  "Las Meninas",  "Velázquez: la nobleza de la pintura" , "Velázquez en la corte de Felipe IV",  "Velázquez",  "La paleta de Velázquez",   "Menina",   "El rey pasmado"  ..


EL PRADO PARA JÓVENES

El último viernes de cada mes los jóvenes de 15 a 25 años tienen la posibilidad de visitar las exposiciones temporales acompañados de jóvenes licenciados en Historia del Arte que explican los contenidos de las muestras respondiendo a dudas y preguntas. De 18 a 20 horas, los jóvenes pueden disfrutar de estos comentarios en las exposiciones «Velázquez y la familia de Felipe IV» y «La belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny» (hasta el 10 de noviembre de 2013). Para acceder al edificio con esta oferta es necesario retirar una entrada gratuita en la taquilla 1 del museo a partir de las 17.30 h




UNA VERDAD: NO ES TAN GRANDE

No hay excusa para no verlo. ¿O acaso sus 42.000 metros cuadrados son una superficie más extensa e insalvable que los 134.000 m2 del centro comercial Xanadú?



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