La escultura española del siglo XIX estuvo dominada por los encargos institucionales dentro de un estilo academicista, destacando los escultores: (Ponciano Ponzano, Ricardo Bellver, Aniceto Marinas y Mariano Benlliure.), desarrollándose durante este siglo la escultura neoclásica, romántica y del realismo-
La renovación escultórica en el siglo XIX se realizó a través del "impresionismo" (movimiento fundamentalmente pictórico modernista), ya que ejerció en las décadas finales de este siglo una influencia profunda en la música, la literatura y también en la escultura.
Auguste Rodin (1840 -1917) |
1916 - "·cabeza núm.2" (Naum Gabo) |
pintores cultivan también la escultura. El Cubismo supone la ruptura definitiva con la tradición. La figura humana pierde su omnipresencia para dejar paso a las formas geométricas, acogiendo a la modernidad a cada paso. Pero, además de esta, la otra gran característica de la escultura contemporánea es una cierta propensión al patetismo y que convierte al lenguaje escultórico en otro medio de expresión de la angustia del hombre actual. Estas dos líneas, la geometrización, la abstracción y la inclusión de espacios por un lado y el expresionismo y la trascendentalización de las formas por otro, son las dos grandes líneas de la escultura contemporánea, al igual que pasó en la pintura. Destaca en este siglo XX, la "escultura modernista" en la que se diferencian varias tendencias, asociadas en "escuelas" que conglomeran distintos movimientos de estilo vanguardista, rompiendo moldes, en su evolución continua.
Escuela francesa:
Manuel Martínez Hugué (seguidor de Maillol )
Mateo Hernández,(trabajó en Francia)
August Gaul,(trabajó en Francia)
Escuela modernista:
(corriente idealista y modernismo catalán)
José Clará,
José Llimona
Enrique Casanovas
Vanguardia clasicista:
Victorio Macho (palentino),
Nemesio Mogrovejo (bilbaino)
Mateo Inurria (cordobés).
Realismo antiacademicista:
Emiliano Barral (segoviano)
Francisco Pérez Mateo (catalán)
Tradicionalistas, casticistas o costumbristas:
Julio Antonio, (catalán)
Enrique Pérez Comendador (cacereño)
Francisco Asorey (gallego).
Escultura vanguardista
( anteriores a la Guerra Civil Española -1936):
Julio González,
Alberto Sánchez Pérez
Pablo Gargallo.
Salvador Dalí, (también pintor)
Joan Miró (también pintor)
Pablo Ruiz Picasso (también pintor)
Escultura durante el franquismo:
Eduardo Chillida (vasco)
Jorge Oteiza (vasco)
Agustín Ibarrola (vasco)
Pablo Serrano (aragonés)
Escultura contemporánea rusa:
Vladímir Tatlin,
Oleksandr Arjípenko
Antoine Pevsner.
Escultura contemporánea italiana:
Alberto Giacometti
Umberto Boccioni.
Escultura contemporánea alemana:
Arte nazi,
Arno Breker
Georg Kolbe.
Escultura contemporánea rumana:
Constantin Brancusi
Escultura contemporánea británica:
Henry Moore
Escultura contemporánea norteamericana:
Richard Serra,
Claes Oldenburg
Roy Lichtenstein.
Escultura contemporánea yugoslava:
Iván Mestrovic
Escultura contemporánea colombiana:
Fernando Botero
Escultura contemporánea mexicana:
Heriberto Juárez
Francisco Zúñiga.
La otra gran incorporación a la escultura contemporánea es el movimiento. La escultura tradicional había reflejado el movimiento fijo, como en una instantánea. Al principio de siglo los escultores futuristas superponen láminas o deshacen las superficies rugosas para presentar posiciones sucesivas de una figura. El siguiente paso es incorporar espacio en el interior de la escultura, el volumen abierto produce formas de continuidad en el espacio, posiciones sucesivas en las que la figura “conquista” fragmentos de espacio.
Pero el último paso lo da la escultura cinética, inspiradora de obras que se sostienen de manera inestable sobre un precario punto de apoyo, que giran con el viento o que se mueven de forma continua por un sistema descompensado de pesos. Así surgen, por ejemplo, los Móviles de Calder.
La evolución escultórica actual pasa por la abstracción y, dentro de ella, la escuela denominada
Constructivismo busca la forma al margen de la masa, prefiriendo un desarrollo de las superficies en el espacio, como si la obra creciera sobre sí misma encerrando espacios. Por eso se prefieren formas
ahuecadas antes que los volúmenes cerrados.
móvil (Calder) |
Pero el último paso lo da la escultura cinética, inspiradora de obras que se sostienen de manera inestable sobre un precario punto de apoyo, que giran con el viento o que se mueven de forma continua por un sistema descompensado de pesos. Así surgen, por ejemplo, los Móviles de Calder.
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