cultura / ... acertijos enlaceverde: "Victor Enrich" (... artista fotogramétrico)

Victor Enrich

... mago de la arquitectura y la fotogrametría

Víctor Enrich es un fotógrafo catalán que aporta creativas ilustraciones de ciudades surrealistas virtuales en 3D. Su carrera inició a la temprana edad de 10 años, diseñando ciudades surrealistas, incluyendo sus calles, edificios, topografía, líneas de autobús, metro, es decir, todos los elementos que conforman cualquier ciudad. Su fuente de inspiración proviene de los libros de arquitectura, urbanismo y geografía física, que consigue en bibliotecas especializadas, así como mapas cartográficos que posean detalle gráfico alto. En cuanto a las técnicas, utiliza una combinación de fotografía y visualización de arquitectura en 3D. Elige un lugar que sea fácilmente reconocible por todos y le toma una fotografía, a partir de esta fotografía produce una réplica del edificio mediante el uso de técnicas fotogramétricas muy detalladas que terminan con la creación de un modelo tridimensional que se ajusta a la imagen a la perfección. Si el parecido es lo suficientemente bueno, entonces es el momento de aplicar todas las deformaciones y/o modificaciones que pensó al comienzo de la obra, creando estas geniales ilustraciones.

"Ciudad de retratos" es una de sus series de fotografías de arquitectura manipuladas para crear estructuras imposibles, incluyendo una fracción de rascacielos verticalmente por la mitad, una casa al revés y una autopista que corre verticalmente. Las localizaciones incluyen Tel Aviv , Riga y Múnich . Enrich dijo que las fotografías no fueron pensados como comentario de la arquitectura o el urbanismo , sino más bien se "simplemente elegidos para convertirse en un canal de expresarme"

Victor Enrich es un artista nacido en Barcelona en 1976 en una familia de clase media cuyos orígenes vienen de los Pirineos. Su obra -como el mismo define- “muestra una versión onírica de la realidad que invita a fantasear entre la arquitectura real y el sueño de las estructuras imposibles”. Sus composiciones de edificios imposibles que se doblan como acordeones o con construcciones que ondean sus vigas al viento, se basan en paisajes reales que Enrich fotografía en sus largos paseos por ciudades de todo el mundo. “Habré recorrido ya kilómetros y kilómetros así. A lo largo de esos ‘paseos’, observo la ciudad en la que me encuentro, su forma, sus rincones, sus lugares a priori olvidados por la gente”. Era todavía un niño cuando comenzó a expresar un fuerte interés por los mapas y la forma urbana a través de juegos como Lego. “Al principio, sólo se trataba de montar piezas de Lego y mover cochecitos a escala, pero poco a poco se fue convirtiendo en una obsesión”, cuenta Victor, que utiliza todos los conocimientos adquiridos en la escuela para dar nombre a las calles de sus ciudades y que les proporcione la topografía, la estructura y funcionalidad.

A medida que entra en los años de la adolescencia, descubre poco a poco software de gráficos, tales como Drafix Cad y Autocad, en sus primeras versiones, lo que le permite dar un salto cualitativo en términos de niveles de detalle y la cortesía gráfica. Se pasa horas y horas creando redes urbanas, que luego son impresas en papel A4 para ser ensambladas con otras áreas.

Victor Enrich descubre en los años anteriores a la Universidad, la posibilidad del 3D como herramienta aún más poderosa para representar los espacios virtuales. Ingresa a la Escuela de Arquitectura de Barcelona con una de las más altas calificaciones en su promoción y el conocimiento generalizado en técnicas de dibujo en 2 y 3 dimensiones. Realiza estudios de Arquitectura en los próximos 6 años, pero decide retirarse por falta de vocación para arquitecto, que descubre diferente de lo que el siempre había pensado. Sin embargo, en paralelo, se acumula una gran reputación en el campo de la visualización arquitectónica, convirtiéndose en su principal actividad. Se dedica en la actualidad exclusivamente al desarrollo de su arte, que está inseparablemente asociada a su otra gran pasión: viajar. En los últimos 10 años, de forma intermitente, pero de forma permanente en los últimos 5 años, Victor está inmerso en un viaje en cámara lenta por todo el mundo, centrándose en la búsqueda incesante de la forma urbana que inspire su arte.

Ha vivido durante largos periodos de tiempo en ciudades como Roma, Riga y Tel Aviv y se puede encontrar ahora en la maravillosa ciudad de Munich. Sus metas a corto plazo incluyen el aumento de sus obras de arte con la ciudad de Munich, y sus alrededores, como objeto de análisis y poco a poco entrar en la cultura germánica y la lengua. Aunque casi desconocido en España, su trabajo es altamente valorado en el extranjero, triunfando en países como Israel, donde ha hecho varias exposiciones.

Victor Enrich es muchísimas cosas,... es arquitecto, pero también es fotógrafo, es pianista, pero también animador 3D, y sin duda, es un verdadero artista que se ha ganado un nombre dentro de la escena de la fotografía de arquitectura. Su trabajo fantasea y juega con las leyes de la gravedad para crear edificaciones imposibles.

Afincado en Barcelona, este artista se formó como arquitecto durante los años de la burbuja inmobiliaria, lo que le permitió formar parte de estudios de arquitectura responsables de las bellezas que han inundado nuestro país en la última década. Un trabajo agradecido económicamente, pero que le fue provocando cada vez un mayor rechazo hacia su profesión. Hasta que una noche de copas conoció a una chica letona que se convirtió en la perfecta excusa para cambiar de aires y huir de un trabajo que aborrecía.

Enrich se mudó a Letonia, donde se integró con diferentes artistas junto a los que comenzó a interesarse por la experimentación artística en el terreno de la arquitectura, lo que unido a herramientas como 3D Studio Max o Autocad, dan como resultado sus imágenes de marcado carácter surrealista. Su forma de trabajar consiste en la recolección de fotografías de edificaciones que le atraen para posteriormente integrarlas en entornos tridimensionales y jugar con ellas a través de la geometría y la iluminación, un trabajo que le ha llevado a países como Israel, Italia, Alemania o Estados Unidos. Su trabajo más popular son las "88 variaciones visuales" que ha realizado de un hotel de Múnich que ha convertido en un vídeo acompañado del total de notas que posee un piano: 88.