Canteros del antiguo Egipto... "ingeniería y equipo" (continuación apartado "Cantería")


--- ingeniería y equipo

Llama la atención que no exista ninguna descripción de como se construyeron las pirámides hasta la visita que el griego Herodoto realiza a Egipto en el siglo V a.c. y de la que nos deja testimonio. No existe con anterioridad mención alguna a las pirámides, a su estructura o a los procedimientos utilizados para su construcción. Hay muchas inscripciones, relieves o pinturas en mastabas. hipogeos, templos o calzadas procesionales, no olvidemos que las pirámides no estaban solas y formaban parte de complejos funerarios, pero no nos hablan de las pirámides, sino que representan escenas cotidianas de la sociedad egipcia de la época. Esos testimonios nos sumergen con gran realismo y perfección técnica en sus costumbres, sus formas de vida, sus oficios, su alimentación o sus ropajes, su vida doméstica y familiar, aparece incluso reflejada con total naturalismo la fauna y flora del Nilo. La grandiosidad de la pirámides egipcias, construidas en tiempos tan lejanos, nos conduce a plantearnos muchas preguntas:

  • ¿cómo se pudieron construir con los medios tan escasos de la época?
  • ¿cómo se elevaron las piedras?
  • ¿cómo se trasladaron y se cortaron esas piedras?
  • ¿cómo se cimentaron y cuántos recursos se tuvieron que movilizar?
  • ¿cuántos hombres tuvieron que trabajar y durante cuánto tiempo?
  • ¿Por qué se destinaron tantos recursos a la tumba de un solo hombre? 


Son muchas las preguntas y escasean las respuestas certeras. Y es que quizás la primera gran interrogante nos lleva a plantearnos porqué obras tan importantes para los egipcios apenas aparecen registradas en pinturas, relieves o textos. Es precisamente la escasez de testimonios lo que nos imposibilita contestar con fidelidad a las anteriores preguntas.

A partir de la V y VI dinastía, las pirámides se construyeron con materiales más perecederos, que incluían el adobe en sus estructuras. Sin embargo, las Pirámides de Gizah se construyeron de sólidos bloques de piedra, algo que en general ocurría con la mayoría de los edificios funerarios y religiosos, tumbas y templos, del antiguo Egipto, en los que se utilizaban por lo general los materiales más nobles y duraderos. En contraposición, las edificaciones civiles como los palacios, por muy lujosos que fueran, se construían de materiales perecederos como el adobe. Todo ello era un reflejo del escaso valor que la cultura egipcia daba a la vida terrenal frente a la vida eterna.


En la construcción de las Pirámides de Gizah, en concreto de la Gran Pirámide de Keops, se utilizó básicamente la piedra caliza, cortada en grandes y pesados bloques de un peso medio de 2,5 toneladas. En total se utilizaron 2,3 millones de bloques. La estructura de la pirámide se recubría después con piezas de caliza de las canteras de Tura, piedra de color blanquecina y mucho más fina, de fácil pulido, lo que permitía que encajara totalmente, ajustando al milímetro. Tal recubrimiento daba a la edificación un aspecto exterior realmente lujoso y espectacular. La pirámide de keops estaba recubierta con 27.000 bloques de esta piedra, perfectamente pulidos y encajados, que se desprendieron durante un terremoto en el siglo XIV y que después fueron utilizados por los turcos otomanos para sus necesidades constructivas. Hoy podemos ver este recubrimiento solo en el vértice de la pirámide de Kefren y sobre todo en la pirámide romboidal de Snefru en Dashur, que conserva su capa externa de piedra casi completa. El granito, un material más perdurable y más noble, se utilizaba especialmente en galerías, pasillos, cámaras funerarias y sarcófagos. Los bloques alcanzaban pesos considerablemente superiores, de hasta 45 toneladas de peso, como ocurre con las losas de granito del techo de la cámara real de keops.


El traslado del material era otra cuestión, en parte solucionada por el propio hecho de que las pirámides de Gizah se encontraban sobre la misma roca que se utilizó para su construcción. Las canteras estaban a unos centenares de metros de las pirámides, lo que minimizo el problema de desplazamiento. Más lejos se hallaban las canteras de Tura, a unas decenas de kilómetros al sur de la actual El Cairo, cerca de Menfis, en la margen derecha del Nilo. Para su traslado se utilizó el río, a través del que se transportaron también los grandes bloques de granito rojo o rosado, extraídos del área de Aswan, a más de 800 kilómetros de Menfis, río arriba. Grandes barcazas trasladaban por el cauce los enormes bloques, aprovechando las épocas de inundaciones. Las pirámides estaban muy cercas del Nilo y la construcción de canales posibilitó que llegaran hasta la misma construcción,


La extracción de los bloques de piedra en la cantera era tan laborioso e importante como la propia construcción de la pirámide y requería movilizar tantos recursos y esfuerzos como ésta. Conocemos el uso de cinceles, sierras y útiles varios de cobre, madera y piedra. El hierro no había llegado a Egipto en la época de la IV dinastía, de forma que los mazos de madera para golpear y los cinceles de cobre eran la base del trabajo. El cobre resultaba suficiente para trabajar la piedra caliza o la arenisca, pero no para el granito, mucho más duro. En este caso, se cree que se usaron herramientas de dolerita, una piedra muy dura. Otros creen que se utilizó durante mucho tiempo el granito en forma de bloques sueltos encontrados en la superficie.

El trabajo en la cantera se realizaba de arriba a abajo, desgajando los bloques de la roca madre a partir de la talla de brechas de separación donde se introducían cuñas de madera en forma de vigas. En algunos casos, todavía hoy son visibles las señales que con frecuencia éstas dejaban en las piedras.

Cuando las piedras salían de la cantera había que transportarlas al lugar de la construcción. Todo parece indicar que los egipcios de la época de Keops no conocían la rueda y que ésta fue introducida posteriormente por los Hycsos, que invadieron Egipto hacia el 1700 a.c. La mayoría de los autores aceptan el hecho de que los bloques eran arrastrados por tierra sobre grandes trineos o patines de madera, sobre los que el bloque estaría sujeto con cuerdas. Las piedras eran arrastradas por un grupo de hombres que tiraban de sogas. El trabajo se realizaba sobre una calzada reforzada con madera o tablas, con frecuencia lubricadas con grasa o limo. Con el objetivo de que el patín se deslizase con facilidad, uno o varios operarios, que podían estar encaramados a la misma piedra, tiraban agua con un cántaro para humedecer el suelo y favorecer su deslizamiento, evitando así el rozamiento excesivo de la piedra y el terreno. Si se encharcaba demasiado no avanzaba con facilidad, si estaba excesivamente seco tampoco. Han llegado hasta el presente algunos relieves en mastabas que nos muestran el transporte de esculturas por tal método.

En las primeras décadas del siglo XX, el egiptólogo alemán Ludwig Borchardt lanzó por primera vez la teoría de la utilización de las grandes rampas en la construcción de las pirámides. Es obvio que éstas se utilizaron en la construcción de grandes construcciones, y de hecho quedan algunos restos en algunas pirámides, no en las grandes de Gizah. Tampoco faltan textos y representaciones que nos evidencia la existencia de rampas constructivas. Herodoto nos habla textualmente de un "camino para conducir piedras" de costosa realización, que tardó una década en construirse y cuya importancia rivalizaba con la propia pirámide, pero es posible que lo confundiera con la calzada de acceso que solían tener dichas pirámides. Según esta postura, la misma pirámide serviría como plataforma de trabajo, para lo que sus defensores se apoyan en los testimonios del griego Herodoto. En el Libro II de su magna obra Historia afirmaba: "La pirámide fue edificándose de modo que en ella quedasen unas gradas o poyos que algunos llaman escalas y otros altares. Hecha así desde el principio la parte inferior, iban levantándose y subiendo piedras, ya labradas, con cierta máquina formada de maderos cortos que, alzándolas desde el suelo,..." Cap. CXXIV-CXXV.

Otras propuestas ponen el hincapié en el uso de palancas: los sillares se irían subiendo con palancas de escalón en escalón aprovechando la estructura de la pirámide, a modo de escalera. Unos pocos hombres podían alzar los bloques de caliza, de 2,5 toneladas, con estos instrumentos hasta 10 cm., para a posteriori ser calzados. La operación se volvería a repetir sucesivamente hasta alcanzar los 70 cm. que tenía de altura media cada hilada de piedras de la pirámide. Fuera o no así,  lo que si parece claro es que las palancas se utilizaron en algún momento del proceso de construcción, para colocar o ayudar a desplazar los bloques de piedra. Muchos son los que rechazan estas propuestas que defiende el uso de artefactos y máquinas, al considerar que Herodoto, como los sacerdotes egipcios que le informaron en su viaje al país del Nilo, se limitaron a trasladar las técnicas constructivas utilizada en la Época Clásica al tiempo del Egipto Antiguo.


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